Tizne Tacomotora

¿Puede un taco sorprenderte de verdad? Después de comer en Tizne Tacomotora, tengo claro que sí. En plena colonia Roma, en una esquina que huele a leña y carne al fuego, este lugar está haciendo algo muy distinto con lo más típico de México: el taco.

Lo que empezó hace una década como un carrito ahumador ambulante que seguía ferias y conciertos, hoy es una propuesta que combina técnica, creatividad y calle. Pero sin pretensiones. Desde el primer bocado sabes que no estás frente a una taquería más.

Técnicas de humo, tatemado y cenizas que elevan el sabor

Los tacos de Tizne no están hechos para pasar desapercibidos. Aquí se ahúma, se tatema, se juega con las brasas y hasta con las cenizas. Lo que podría sonar rudo, en manos de los chefs Pilar García y Jorge Linares se convierte en cocina precisa, con capas de sabor y un respeto total por la tortilla y el relleno.

Probé el de Kalbi, que es una costilla estilo coreano con ese fondo ahumado que se queda contigo; el de brisket, meloso y contundente, y el de pork belly, que fue simplemente escandaloso de lo jugoso. También me sorprendió el aguacate tatemado: sin carne, pero con una intensidad brutal.

Postres en taco y horchata con mezcal (sí, leíste bien)

Lo dulce no se queda atrás. El Ice Cream Taco es crujiente por fuera y cremoso por dentro: ideal para cerrar. Y para acompañar todo, mi favorito fue la Horchata Loca, que tiene su puntito de mezcal justo en el equilibrio. Si prefieres algo más fresco, la limonada con sorbete de frutos rojos también da batalla.

Dos formas de vivirlo

Tienen un espacio tipo restaurante, perfecto para ir con calma y probar de todo. Pero también está Tizne Express, más informal y nocturno, donde vas por una dosis rápida de tacos sin sacrificar calidad. Y si tienes evento, hacen catering. No improvisan: se llevan el ahumado y la experiencia a donde estés.


¿Vale la pena ir a Tizne Tacomotora?

Sí, y no solo por los tacos. Vale por cómo reinterpretan un clásico sin perderle el respeto. Por la creatividad. Por el humo que se te pega al suéter. Y porque, en una ciudad llena de comida increíble, Tizne sigue siendo distinto.

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