Hay lugares en la CDMX que parecen creados para esos días en los que solo quieres relajarte, comer algo increíble y dejar que las horas pasen sin prisa. Hot Dog Ramírez es uno de esos rincones que invitan a hacer una pausa, reunirte con amigos y darle a tu tarde un sabor urbano y divertido.
Imagínalo: mesas compartidas, música que acompaña sin imponerse, el aroma de pan recién horneado y salchichas chisporroteando en la plancha. Aquí no se trata solo de comer un hot dog, sino de armar tu propio momento. Puedes elegir entre salchicha tipo Frankfurt o de pavo, y darle tu toque con más de 15 toppings: guacamole fresco, queso fundido, jalapeños encurtidos, cebolla caramelizada, tocino crujiente… o dejarte sorprender por la receta especial del mes.

Lo mejor es que todos tienen un lugar en la mesa. Si eres vegetariano, hay opciones con falafel; y si buscas algo sin gluten, también hay alternativas. El objetivo es que la experiencia sea para todos, sin que nadie se quede fuera.
Para acompañar, unas papas doradas y una bebida bien fría cierran el combo perfecto. Y aunque sus hot dogs son famosos por su tamaño generoso (algunos de hasta 22 cm), lo que realmente llena es la sensación de estar en un sitio que vibra con la ciudad, pero sin el ajetreo.
La experiencia se vive distinto según la sucursal:
- En Zamora (Roma Norte) y Chapultepec (Condesa), la vibra es más relajada y de barrio.
- En Lucerna (Juárez) la noche se alarga con horarios extendidos y un ambiente más festivo.
- En Sullivan (San Rafael) hay un aire de tradición con un toque moderno.
Cada ubicación tiene su encanto, pero todas comparten algo: la sensación de estar en un punto de encuentro para disfrutar el momento.

Si quieres algo para cerrar el verano con estilo, este es un plan seguro. Ya sea que vayas con amigos, pareja o incluso solo, te vas a ir con la sensación de haber descubierto un pedacito más de la CDMX… uno que huele a pan caliente y sabe a creatividad callejera.
Y si la flojera gana, también puedes pedirlo a domicilio. Pero, sinceramente, la experiencia de estar ahí, ver cómo preparan tu hot dog y sentir el ambiente… no tiene comparación.