El Día Naranja, conmemorado cada 25 de mes, no es una fecha simbólica ni un acto de calendario: es un recordatorio urgente de que la violencia contra mujeres y niñas sigue presente y que su erradicación es una tarea que compete a toda la sociedad. En México, la realidad es alarmante: 9 mujeres son asesinadas cada día, y la violencia de género adopta muchas formas, no siempre visibles.
Desde la agresión física hasta la violencia económica o psicológica, los abusos pueden manifestarse en gestos tan cotidianos como una llamada ignorada, un salario retenido, la negación de oportunidades laborales o la imposición de culpas dentro del hogar. El Día Naranja es, por ello, una oportunidad mensual para romper el silencio y exigir acciones concretas.

Datos que exigen actuar
Las cifras son contundentes. En 2024, los casos de violencia familiar en México aumentaron un 118.3% respecto a 2015, y en promedio se registraron 18 denuncias diarias de violencia de género a nivel nacional. En la última década, los feminicidios han crecido un 93%, según datos del Centro de Estudios para el Logro de la Igualdad de Género (CELIG).
Estas cifras no son números fríos: detrás hay vidas interrumpidas, familias destruidas y derechos vulnerados. Comprender la magnitud del problema implica reconocer que la violencia de género no se limita al ámbito privado; también se manifiesta en techos de cristal, falta de oportunidades, desigual reparto de tareas de cuidado y desvalorización del trabajo femenino.

Iniciativas que marcan la diferencia
Frente a este panorama, empresas como Avon han asumido un rol activo en la prevención y atención de la violencia. A través de su catálogo de “Productos con Causa”, la compañía destina el 100% de los ingresos a iniciativas que brindan apoyo legal, psicológico y refugio a mujeres y niñas víctimas de violencia.
Gracias a estos esfuerzos, Avon ha canalizado más de 6 millones de pesos a organizaciones especializadas y ha alcanzado a más de 3.6 millones de mujeres con información para identificar y prevenir diferentes formas de violencia. La empresa también ha implementado un protocolo de primera escucha para sus consultoras, que incluye primeros auxilios psicológicos, contención emocional, asesoría legal y evaluación de riesgos.
Además, la marca ha puesto el foco en la violencia económica con su informe “Sácate la duda: Hablemos de dinero”, que revela cómo la dependencia financiera limita la autonomía de las mujeres y perpetúa la desigualdad.

Un llamado que se renueva cada mes
Cada 25 es un momento para reflexionar y actuar: ¿Qué estamos haciendo para erradicar la violencia contra las mujeres? ¿Cómo perpetuamos, consciente o inconscientemente, los roles y estereotipos que la sostienen?
El naranja no es solo un color. Es resistencia, acompañamiento y cambio. La transformación comienza con conciencia, educación y acción colectiva. Porque la violencia de género no se detiene con un día de conmemoración, sino con un compromiso permanente de toda la sociedad.